La rumiación negativa, un fenómeno que afecta a muchas personas, se caracteriza por pensamientos repetitivos que pueden arruinar el estado de ánimo y la jornada diaria. A pesar de su presencia persistente, expertos en psicología ofrecen estrategias para gestionar y reducir este tipo de pensamientos, que pueden convertirse en un ciclo vicioso si no se atacan adecuadamente.
Qué es la rumiación negativa
El psicólogo Christian Payá define la rumiación negativa como un intento fallido de resolver un problema mediante la reflexión. En lugar de concluir con una solución, este patrón permite que los pensamientos fluyan en círculos, obstaculizando el bienestar emocional. Según Payá, una clave para combatir esta rumiación es fortalecer las capacidades para resolver conflictos y aprender a distinguir entre situaciones actuales y posibles futuros.
Estrategias para detener los bucles mentales
En un enfoque innovador, Loren, conocida en redes como @neuroloren, presenta una técnica personal para acallar esos pensamientos negativos. En un video de TikTok, comparte su método de asignar un nombre a su cerebro, al que llama "Carolina". Cuando siente que comienza a rumiación, afirma: “Carolina, tranquilizate, basta. Hoy no”. Esta simple estrategia es parte de un enfoque más amplio conocido como defusión cognitiva.
La defusión cognitiva como herramienta
La defusión cognitiva se utiliza cuando una persona se siente atrapada en sus propios pensamientos. Este enfoque invita a reconocer los pensamientos intrusivos y conectar conscientemente con las emociones, lo que, con práctica, permite soltarlos. Asignar un nombre a la mente ayuda a tomar distancia de las ideas negativas, permitiendo una observación más objetiva.
Loren detalla que esta técnica, aunque a primera vista parezca extravagante, busca reducir la reactividad emocional y mejorar el autocontrol. “Convertir a tu mente en una aliada y no en una enemiga” es fundamental para mantener la salud mental.
Otras técnicas de defusión
Adicionalmente, la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) sugiere varias formas de aplicar la defusión cognitiva. Estas incluyen pronunciar en voz alta los pensamientos perturbadores, repetirlos hasta que pierdan fuerza, ignorar mandatos mentales presión y visualizar los pensamientos como escenas proyectadas en una película.
Al poner en práctica estas técnicas, es posible establecer un vínculo más saludable con los propios pensamientos. Según Loren: “No es necesario silenciar a tu mente, solo hay que aprender a hablarle de forma diferente”.