El clima en la provincia de Buenos Aires se presenta inestable en los últimos días de octubre, marcando un contraste notable con las condiciones típicas de esta época del año. Las temperaturas han experimentado un descenso significativo, acompañadas de lloviznas intermitentes, lo que ha mantenido en estado de alerta a los servicios meteorológicos y a la población en general.
Pronóstico para los próximos días en la provincia
El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) ha emitido su pronóstico para los días venideros. Para el martes 29, se anticipan lloviznas durante la madrugada y la mañana, con una mejora esperada por la tarde, manteniendo un cielo nublado. Las temperaturas oscilarán entre 5 °C como mínima y 15 °C como máxima, reflejando un aire frío persistente.
El miércoles 30 se prevén chaparrones aislados en la mañana, dando paso a un leve ascenso térmico hacia la tarde, con temperaturas que variarán de 6 °C a 17 °C. El jueves 31, el cielo permanecerá mayormente nublado, con mínimas de 11 °C y máximas de 18 °C, manteniendo un ambiente fresco y húmedo. Para el viernes 1° de noviembre, las condiciones mejorarán gradualmente, sin lluvias y máximas alcanzando los 21 °C.
Panorama general en territorio bonaerense
A lo largo de esta semana, las condiciones climáticas en la provincia continuarán siendo variables, con predominancia de nubosidad y escasas horas de sol. Las mañanas se caracterizarán por ser frías, con bancos de neblina y cielos cubiertos a lo largo del día.
El cambio climático que se está observando se debe al ingreso de aire frío desde el sur, junto con una notable humedad en las capas bajas, lo que resulta en un comportamiento inusual para finales de octubre, cuando se esperan temperaturas más templadas y estabilidad atmosférica.
Con la llegada de noviembre, se espera un progreso hacia un clima más estable y templado, aunque el SMN advierte sobre la posibilidad de algunos episodios de inestabilidad aislada durante el próximo fin de semana. Así, la provincia de Buenos Aires se despide de octubre con un clima más propio del invierno que de la primavera, reflejándose en un paisaje de cielos grises, abrigos y paraguas por gran parte del territorio.