El mercado digital chino, bajo vigilancia estatal
Las enormes empresas de internet de China, que incluyen a gigantes como Alibaba, Meituan y Tencent, tienen una capitalización bursátil que asciende a US$1,3 billón. Este sector se beneficia de una vasta base de clientes, mientras el Gobierno chino refuerza su control sobre el entorno digital y la información.
El control estatal sobre la internet
El control del Estado sobre las telecomunicaciones en China es absoluto. Este régimen bloquea cientos de miles de sitios, incluidos medios extranjeros y redes sociales. Antes de acceder a cualquier servicio en línea, los ciudadanos deben registrarse con su nombre real, lo que permite al gobierno externalizar su vigilancia a estas compañías tecnológicas.
Las plataformas colaboran activamente en esta labor. Por ejemplo, Weibo, similar a X, utiliza una combinación de filtros y censores para gestionar a sus 600 millones de usuarios. En el primer semestre de 2024, se reportó que 47.000 personas fueron sancionadas por difundir "rumores".
La nueva identificación digital
La implementación de un sistema de identificación digital busca transformar la forma en que se gestionan los datos personales. A partir de ahora, los usuarios podrán acceder a aplicaciones y sitios web sin revelar su identidad a las empresas, que solo recibirán una serie anónima de caracteres. Sin embargo, la policía podrá rastrear la actividad online de los ciudadanos y mantener un control exhaustivo sobre sus datos.
Este movimiento se interpreta como un paso necesario para proteger a los consumidores de spam y fraudes, ya que muchas veces sus datos han sido vendidos a terceros. La propuesta ha generado preocupaciones pues, según críticos, podría facilitar el espionaje y la creación de perfiles detallados de los usuarios.
Datos como factor de producción
A largo plazo, la identificación digital ofrecerá al Estado un control más efectivo sobre los flujos masivos de datos. De acuerdo con The Economist, los datos son ahora considerados un recurso esencial, comparable al trabajo, capital y tierra.
Se busca evitar que las empresas concentren estos datos para fines comerciales, lo cual puede derivar en un sistema que beneficie más al Estado y no a las plataformas privadas. Ejemplos de esto incluyen la obligación de Ant Group de compartir sus datos con el banco central y las sanciones impuestas a Didi por prácticas ilegales de manejo de información.
Implicaciones para la inteligencia artificial
Los datos centralizados podrían potenciar las iniciativas de inteligencia artificial en China. Utilizando grandes volúmenes de información, las empresas podrían mejorar sus algoritmos, generando ventajas competitivas en el mundo tecnológico. Un área de destaque es el reconocimiento facial, donde el país ya ha avanzado considerablemente debido a la proliferación de cámaras de vigilancia.
Este enfoque también busca que China mantenga su liderazgo en tecnología, a pesar de la creciente presión internacional sobre la privacidad y el uso de datos personales.