El costo de las vacaciones en la Costa Atlántica argentina enfrenta un aumento considerable en 2025, con algunos destinos alcanzando precios significativamente más altos que el promedio. A medida que se aproxima la temporada de verano, los lugares menos convencionales se destacan por su lujo, tranquilidad y conexión con la naturaleza, aunque esto se traduce en gastos considerables para los turistas.
Cariló, la Punta del Este argentina
Cariló, en el partido de Pinamar, se ha posicionando como uno de los destinos más exclusivos del país. Este rincón, adornado con bosques y dunas, combina un centro comercial elegante con una arquitectura sofisticada que atrae a un público selecto. Se estima que el 60% de los visitantes regresa cada temporada, lo que resalta su popularidad.
El costo de hospedaje en Cariló es elevado. Por ejemplo, una semana en un apart hotel para cuatro personas ronda los $2.500.000, mientras que una cabaña comienza alrededor de US$1.700. Las casas frente al mar con cuatro habitaciones pueden superar los US$4.500. Al finalizar la temporada en febrero, los precios pueden bajar hasta un 30%.
Mar de las Pampas, elegancia entre bosques y arena
Mar de las Pampas, en Villa Gesell, es conocido por su lema "Vivir sin prisa". Este destino combina naturaleza y arquitectura, con 300 hectáreas de bosques y caminos de arena que lo convierten en uno de los favoritos del verano.
El coste de hospedaje también es significativo. Para enero, una familia debe calcular desde $1.400.000 por semana en un apart hotel, con opciones más lujosas superando los $5.000.000. Alternativas a pocas cuadras de la playa pueden encontrarse desde $1.000.000, mientras que las casas oscilan entre US$1.000 y US$2.500 semanales.
Costa Esmeralda, lujo y tranquilidad frente al mar
Entre Pinamar y el Partido de la Costa, Costa Esmeralda se presenta como una opción exclusiva para aquellos que buscan tranquilidad y confort. Este destino se caracteriza por su mezcla de playa, bosque y seguridad privada, ideal para familias y grupos.
Los precios de las casas cercanas a la playa comienzan en US$3.000 por semana, alcanzando las propiedades más exclusivas en la línea del mar hasta US$10.000. En febrero, los precios pueden caer hasta un 25%, mientras que los departamentos dentro de complejos empiezan en $2.000.000 para cuatro personas.
Estos destinos costeros ofrecen a los turistas la posibilidad de disfrutar del lujo y la naturaleza, pero a un costo que puede ser significativo para muchas familias.
