Entre 2016 y 2024, el poder adquisitivo de los argentinos ha experimentado una caída significativa, alcanzando un deterioro del 30% en promedio. Según un informe de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA, la situación se ha visto agravada por la inflación, crisis económicas recurrentes y una falta de políticas efectivas para proteger los ingresos. El estudio revela que los hogares actuales pueden comprar casi un cuarto menos de bienes y servicios esenciales que hace ocho años.
Metodología del Estudio
El informe, realizado por Eduardo Chávez Molina, Mariana Sosa y José Rodríguez de la Fuente, desarrolló un indicador para medir esta pérdida. Este indicador se basa en la cantidad de Canastas Básicas Totales (CBT) que los hogares pueden adquirir con sus ingresos actuales, como salarios y jubilaciones. En el periodo analizado, los hogares pasaron de poder comprar 2,01 CBT en 2016 a 1,52 CBT en 2024.
Situación de los Jubilados
La situación de los jubilados es aún más crítica. En 2017, podían acceder a 2,8 canastas básicas con sus haberes, pero para 2024 esa cifra se redujo a 1,5. Esto representa una pérdida del 46% en términos reales, configurando una “doble vulnerabilidad” por su edad y dependencia de ingresos no indexados.
Impacto en los Trabajadores
Los trabajadores no han quedado exentos del deterioro en el poder adquisitivo. Los asalariados formales han visto una caída de su capacidad de compra, pasando de 3,84 a 2,81 CBT. Por su parte, los trabajadores informales han descendido de 1,66 a 1,17 CBT. En conjunto, esto marca el menor poder de compra promedio para los asalariados desde 2016.
Desaceleración de la Inflación y Consecuencias
Aunque en 2024 se observó una cierta desaceleración de la inflación, este hecho no ha conllevado a mejoras significativas en el bienestar. Según los investigadores, “el reciente descenso de la pobreza no ha sido acompañado por un crecimiento del bienestar ni de la capacidad de compra”. Además, enfatizan que la mejora en los ingresos laborales fue desigual e insuficiente.
Crecimiento de la Informalidad
La falta de empleo formal ha conducido a un aumento en el cuentapropismo precario y la informalidad laboral. Este fenómeno resalta la necesidad urgente de políticas económicas que fomenten la recuperación de la capacidad adquisitiva y la creación de empleos de calidad.