Las ventas por el Día del Padre han mostrado un nuevo retroceso este año, revelando un descenso del 1,7% en comparación con el mismo período del año anterior. Este dato proviene de un informe de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), y señala que este fenómeno se ha repetido durante tres años consecutivos, evidenciando un preocupante patrón para el comercio minorista.
Estrategias de consumo limitadas
A pesar de las diversas estrategias implementadas para fomentar el consumo, como descuentos por pago en efectivo y promociones con tarjetas de crédito, la respuesta de los consumidores ha sido limitada. El ticket promedio de compra fue de $41.302, pero al ajustarlo por la inflación, se pone de manifiesto una pérdida real del poder adquisitivo. Este contexto económico ha hecho que muchos consumidores opten por productos más económicos y ofertas, priorizando el cuidado del gasto familiar.
Impacto de la inflación en el poder de compra
El informe de CAME indica que el poder de compra ha caído un 8,9% en relación al año anterior. Las estrategias que se intentaron, aunque variadas, no lograron capturar el interés del consumidor en un entorno económico incierto. Según la entidad, “las principales estrategias aplicadas para motorizar las ventas fueron las facilidades de financiación con tarjetas de crédito y los descuentos por pago en efectivo, aunque su efectividad resultó limitada”.
Influencia de los feriados en las ventas
CAME también destaca que la coincidencia del Día del Padre con un fin de semana largo afectó el tráfico de consumidores en los centros comerciales, ya que muchas familias eligieron disfrutar de actividades recreativas o viajar. De los seis rubros medidos, solo cuatro mostraron incrementos en ventas, mientras que Indumentaria y Librerías sufrieron caídas significativas del 12% y 8,6%, respectivamente.
Este panorama refleja un cambio en el comportamiento de consumo en el país y señala la necesidad de ajustes por parte del comercio ante un escenario adverso que parece persistir.