Los conflictos territoriales en América del Sur han marcado la historia de varios países, especialmente Bolivia y Paraguay, ambos sin acceso al mar. Desde su independencia en 1825, Bolivia ha reclamado nuevamente este derecho tras perderlo en la Guerra del Pacífico entre 1879 y 1884. Mientras tanto, Paraguay ya había enfrentado dicha situación más de tres siglos antes de su fundación, cuando el rey Felipe III dividió su territorio. Este informe analiza cómo estas naciones han adaptado sus economías ante la falta de acceso marítimo.
Desarrollo Económico sin Acceso al Mar
En respuesta a sus limitaciones geográficas, Bolivia y Paraguay han hecho énfasis en el desarrollo de industrias no marítimas. Ambas naciones han potenciado sectores como la minería, la producción de gas natural y la agricultura. Esta diversificación ha permitido compensar, en parte, la falta de acceso al océano.
A diferencia de Paraguay, que cuenta con importantes vías fluviales como el Paraná y el Paraguay, Bolivia mantiene un reclamo diplomático activo para recuperar su acceso al mar. Esta situación revela que la geografía no siempre determina la salud económica de un país; de los 44 países sin litoral, 12 son considerados desarrollados, lo que sugiere que el acceso al mar no es el único factor determinante.
Países sin Acceso al Mar
Aparte de Bolivia y Paraguay, otros países también enfrentan esta realidad. A continuación, se presenta una lista de naciones sin acceso oceánico:
- Afganistán
- Armenia
- Azerbaiyán
- Bután
- Bolivia
- Botsuana
- Burkina Faso
- Burundi
- República Centroafricana
- Chad
- Etiopía
- Kazajistán
- Kirguistán
- Laos
- Lesoto
- Macedonia
- Malawi
- Mali
- Mongolia
- Nepal
- Nigeria
- Paraguay
- Moldavia
- Ruanda
- Sudán del Sur
- Suazilandia
- Tayikistán
- Turkmenistán
- Uganda
- Uzbekistán
- Zambia
- Zimbabue
Este panorama ilustra cómo diversas naciones manejan sus economías en situaciones de desventaja geográfica, cada una adoptando estrategias específicas para criar su crecimiento y desarrollo.