El acceso a la vivienda sigue siendo un desafío para muchos argentinos, y ante esta realidad, las entidades financieras están buscando alternativas que faciliten la compra o refacción de inmuebles. En este contexto, el Banco Nación se posiciona como líder en créditos hipotecarios, ofreciendo condiciones diferenciales diseñadas específicamente para un grupo selecto de trabajadores.
Plazos de pago de los créditos hipotecarios
El Banco Nación establece diversos plazos según el tipo de préstamo solicitado:
- Adquisición o cambio de vivienda: 5, 10, 15, 20, 25 o 30 años.
- Construcción: 5, 10, 15, 20, 25 o 30 años desde el primer desembolso.
- Ampliación, refacción o terminación: 5, 10 o 15 años desde el primer desembolso.
Líneas de créditos hipotecarios disponibles
La entidad bancaria ofrece préstamos para diversas necesidades, que incluyen:
- Adquisición o cambio de vivienda.
- Construcción.
- Refacción, terminación o ampliación.
Condiciones generales y cobertura
Para todos los usuarios, el Banco Nación establece un porcentaje de cobertura del valor de la vivienda:
- La cobertura estándar es del 75% del valor del inmueble, lo que significa que el préstamo financia solo una parte del precio total.
Beneficios exclusivos para empleados públicos
El Banco Nación ha lanzado una propuesta especial para empleados públicos nacionales y provinciales, quienes disfrutarán de condiciones preferenciales en sus créditos:
- Cobertura del 90% del valor del inmueble, superior a la cobertura estándar.
- Tasas de interés preferenciales, que son diferentes a las del resto del público.
¿Quiénes pueden acceder al beneficio?
Los empleados públicos habilitados para este programa incluyen:
- Personal en planta permanente.
- Personal contratado o asimilable que reciba sus haberes a través del Banco Nación.
- Titulares de Cuenta Especial de Regularización de Activos (C.E.R.A.) abiertas en la entidad, perciban o no sus ingresos a través del banco.
Requisitos obligatorios
Para acceder a este beneficio, el Banco Nación solicita:
- Presentar hasta dos usuarios titulares y hasta dos codeudores, quienes deben ser familiares directos (padres, hijos o hermanos).
- En el caso del personal contratado, se requiere al menos un codeudor familiar directo que esté actualmente empleado en relación de dependencia, jubilado, pensionado o autónomo.