Una nueva modalidad de fraude digital ha llevado a las autoridades a emitir alertas para proteger a los ciudadanos. Conocida como "smishing," esta táctica consiste en el envío de mensajes de texto falsos que simulan provenir de organismos oficiales de tránsito. Estos falsos avisos informan a los usuarios sobre supuestas multas impagas y ofrecen enlaces maliciosos para que realicen los pagos, poniendo en riesgo la seguridad de miles de personas.
Origen de la alerta
El fenómeno del smishing comenzó a intensificarse en Estados Unidos, donde el Departamento de Transporte de Pensilvania (PennDOT) y el Departamento de Vehículos Motorizados (DMV) emitieron comunicados advirtiendo sobre estos mensajes de texto fraudulentos. Las autoridades aclararon que "el PennDOT no envía notificaciones de multas por SMS" y aconsejaron a los conductores no interactuar con los enlaces incluidos en estos mensajes.
¿Qué es el smishing?
El término "smishing" proviene de la combinación de SMS y phishing. Esta técnica se enfoca en engañar a las personas a través de mensajes de texto, buscando obtener información confidencial. A diferencia del phishing tradicional, que se realiza mayormente a través de correos electrónicos, el smishing se beneficia de la inmediatez del celular, lo que incrementa su eficacia. Los ciberdelincuentes utilizan la estética de entidades como la Dirección General de Tránsito o ANSES, reproduciendo logotipos y nombres para que los destinatarios crean que el mensaje es legítimo.
Cómo protegerse del smishing
A pesar de que no se han reportado casos oficiales en Argentina, expertos en seguridad informática instan a la prevención. Si se recibe un mensaje sospechoso que mencione deudas o multas, las recomendaciones son claras:
- Eliminar el mensaje inmediatamente al detectarlo.
- Marcarlo como spam o reportarlo al proveedor de telefonía.
- Verificar la información en canales oficiales, como sitios web gubernamentales o bancarios.
- Activar filtros de seguridad o aplicaciones antiphishing en los dispositivos móviles.
Además, es fundamental no compartir información sensible por mensaje de texto, aun si parece que el remitente es legítimo. La educación digital y la desconfianza ante comunicados inesperados son claves para evitar ser víctima de esta modalidad de fraude.