La organización Abuelas de Plaza de Mayo anunció la restitución del nieto número 140 en una conmovedora conferencia celebrada en la Casa por la Identidad, ubicada en la antigua ESMA, el emblemático centro clandestino de detención. Este hito se produce en el marco de la lucha histórica por la identificación y restitución de bebés nacidos en cautiverio durante la última dictadura cívico-militar en Argentina.
Detalles de la restitución
En el evento, la presidenta de Abuelas, Estela de Carlotto, expresó su felicidad por la noticia: “Hoy damos la bienvenida al hijo de Graciela Alicia Romero y Raúl Eugenio Metz”. La alegría se sintió en la sala, llena de familiares, militantes y periodistas, resaltando la importancia de la restitución en el contexto de la búsqueda de los desaparecidos.
El nieto 140 nació el 17 de abril de 1977 en el centro clandestino conocido como “La Escuelita”, en Bahía Blanca. Sus padres fueron secuestrados en diciembre de 1976 y se encuentran desaparecidos desde entonces. Este caso refuerza la duradera memoria sobre los bebés que nacieron en cautiverio.
La búsqueda familiar
El nieto 140 es hermano de Adriana Metz Romero, quien ha persistido en la búsqueda de su hermano durante décadas. La organización declaró que "Adriana lo buscó desde siempre junto a sus abuelos, con quienes se crió", reflejando el compromiso familiar por el reencuentro.
Durante la conferencia, Carlotto reafirmó la resistencia de Abuelas: “Confirmamos una vez más que nuestros nietos y nietas están entre nosotros y que, gracias a la perseverancia y el trabajo constante de estos 47 años de luchas, seguirán apareciendo.”
Contexto histórico
Graciela Alicia Romero y Raúl Eugenio Metz eran militantes del PRT y vivían en Bahía Blanca, donde su hija Adriana nació en 1975. Ambos fueron secuestrados el 16 de diciembre de 1976 por un grupo de tareas del Ejército y la policía, dejando a Adriana al cuidado de un vecino quien contactó a la familia materna.
Graciela y Raúl fueron trasladados de La Escuelita a Bahía Blanca, donde Graciela dio a luz a su hijo en cautiverio. Alicia Partnoy, otra detenida, fue quien recibió la información sobre el nacimiento y posteriormente envió una carta a la familia Metz en 1981, revelando la existencia del niño, algo que Adriana descubrió sin saberlo mientras escuchaba.
Adriana, marcada por la historia familiar, se involucró en la lucha por los derechos humanos y hoy forma parte de la comisión directiva de Abuelas de Plaza de Mayo, simbolizando la perseverancia en la búsqueda de justicia.