La conservación adecuada de los huevos es crucial para garantizar su seguridad alimentaria y calidad nutricional. Este artículo aborda la importancia de mantener los huevos en condiciones óptimas, tanto en supermercados como en el hogar, y las recomendaciones de expertos sobre la refrigeración y el manejo adecuado de este alimento básico.
Importancia de la Refrigeración
Los huevos son un alimento muy nutritivo, pero su cáscara es vulnerable a contaminaciones. María de los Ángeles García García, conocida como Boticaria García, destaca que la cáscara presenta entre 7,000 y 17,000 poros microscópicos, lo que facilita la entrada de bacterias peligrosas, como la salmonella. La cutícula del huevo, una barrera natural, se puede degradar ante variaciones de temperatura que suelen ocurrir en las cocinas.
Consecuencias de las Variaciones Térmicas
Investigaciones de la Universidad de Chile muestran que los huevos que experimentan cambios térmicos significativos (de 37°C a 4-8°C) presentan un 95% de penetración de sustancias externas, mientras que los que se mantienen a temperatura constante solo tienen un 12.5% de permeabilidad. Esto evidencia que el manejo térmico inadecuado puede culminar en riesgos serios, como la entrada de bacterias nocivas.
Prácticas de Conservación en el Hogar
En los hogares, los cambios térmicos son frecuentes, ya que las temperaturas pueden variar significativamente durante la preparación de alimentos. García sugiere que estas condiciones son ideales para la formación de condensación sobre los huevos, lo que puede debilitar su cutícula y facilitar la entrada de microorganismos.
Para garantizar la integridad de los huevos, es recomendable refrigerarlos de inmediato después de la compra. El uso de un refrigerador doméstico no solo proporciona un entorno térmico estable sino que también ayuda a preservar tanto la seguridad alimentaria como el valor nutricional.
Ubicación y Manejo en el Refrigerador
Los expertos en seguridad alimentaria aconsejan colocar los huevos en las bandejas internas del refrigerador, donde las condiciones térmicas son más constantes. Además, es fundamental mantenerlos en su empaque original. No se debe lavar los huevos antes de guardarlos, ya que eso elimina la protección natural que ofrece la cutícula.
Normativas Internacionales
A nivel internacional, el manejo de los huevos varía. En Estados Unidos, es obligatorio mantener los huevos refrigerados desde su procesamiento hasta que llegan al consumidor. La Food and Drug Administration (FDA) establece que los huevos deben lavarse y desinfectarse antes de ser almacenados, manteniéndolos a temperaturas entre 4 y 7°C para prevenir la proliferación de salmonella.
En cambio, en Europa y Latinoamérica, los avicultores deben vacunar a las gallinas, lo que reduce de manera significativa el riesgo de contaminación.
Consejos Prácticos para el Consumidor
- Colocar los huevos en las bandejas internas del refrigerador.
- Refrigerar inmediatamente tras la compra.
- No lavar los huevos antes de almacenarlos; debe hacerse solo antes de usarlos.
- Evitar cambios de temperatura, manteniéndolos refrigerados hasta su preparación.
- Utilizar la “prueba del agua” para verificar frescura: un huevo fresco se hunde y permanece horizontal en el fondo.
- No utilizar compartimentos de la puerta para almacenarlos.
Siguiendo estas recomendaciones se puede garantizar la seguridad y calidad de los huevos consumidos en los hogares.