Daniel Quinteros, productor de frutos secos en la región del valle de Viedma, compartió recientemente su experiencia y perspectivas sobre la producción de avellanas y almendros en una entrevista con Diego Ramos en la LRA 2 Radio Nacional Viedma. Esta actividad agrícola, que cuenta con un importante potencial en el mercado interno e internacional, está en crecimiento en la zona.
Características de la Producción
Quinteros destacó que el valle de Viedma se distingue por su adecuada climatología para la producción de avellanas. Este fruto se desarrolla a partir de un arbusto y requiere un periodo de aproximadamente 6 a 7 años antes de comenzar a dar frutos. Además, subrayó que es esencial que las plantas acumulen suficientes horas de frío anuales para garantizar una cosecha exitosa.
La producción de avellanas se presenta como una oportunidad valiosa, dado que Argentina importa este producto y el mercado nacional muestra una fuerte demanda. "Sin duda, es el fruto seco que más se adapta a diferentes formas de industrialización", indicó Quinteros, quien también mencionó las varias aplicaciones que tiene: desde chocolate y avellanas saladas hasta tortas y helados.
Demanda y Mercado
Durante la entrevista, Quinteros señaló que la empresa Ferrero Rocher opera en la región y se interesa en adquirir toda la producción disponible. Esto demuestra la importancia de la relación entre los productores locales y las grandes marcas, que a su vez beneficia a los agricultores a través del acceso a un mercado más amplio.
La producción de frutos secos, y en especial la de avellanas, se perfila como una actividad clave en la diversificación de la agricultura argentina, así como en la mejora de la economía de pequeños y medianos productores. Con el respaldo de empresas globales, esta industria tiene el potencial de expandirse y adaptarse a las exigencias del mercado moderno.