La pasión de un periodista por la arquitectura de Buenos Aires
Alejandro Machado, un periodista y guionista con una notable trayectoria en la documentación de la arquitectura de Buenos Aires, ha convertido su amor por la ciudad en un proyecto único. Con más de 500 caminatas urbanas guiadas, Machado busca preservar la memoria arquitectónica mediante su red de blogs y su archivo fotográfico. Desde su infancia en Punta Alta, su conexión con la capital creció en profundidades inesperadas, especialmente tras una crisis de salud que lo llevó a redescubrir las calles de su ciudad natal.
Un rescatador del patrimonio urbano
Machado ha documentado más de 4000 edificios y resguarda la obra de doscientos arquitectos del período conocido como la belle époque porteña. Sus recorridos, conocidos como Arquicaminatas, no solo son paseos, sino un viaje narrativo donde los edificios son los verdaderos protagonistas. “Hablar de los arquitectos y mostrar fotos viejas despierta un interés único en las personas”, afirma, destacando que muchos de sus participantes vienen solos y de lugares lejanos, atraídos por su pasión por la buena arquitectura.
Barrios que cuentan historias
Los recorridos llevan a los participantes a barrios con una rica historia arquitectónica, como Constitución, un sector que Machado describe como "marginal" a pesar de sus "joyas de la arquitectura". Este barrio, saturado de memoria y olvido, contiene tesoros que han sido descuidados. También menciona la city porteña, donde las estructuras reflejan siglos de historia financiera. Según Machado, “la historia más impactante es la del asesinato del proyectista del Congreso Nacional”, un suceso que refuerza su compromiso con la veracidad sobre las leyendas urbanas.
Una mirada diferente hacia la ciudad
Machado promueve un enfoque en la apreciación de los detalles arquitectónicos de Buenos Aires, invitando a los ciudadanos a "detenerse, mirar hacia arriba y caminar sin apuro". Durante sus caminatas, muchos de los participantes se sorprenden con aspectos de la ciudad que nunca habían notado, lo cual resalta la riqueza del patrimonio urbano. Personalmente, Machado procura mantenerse inspirado, a través de la lectura y el intercambio con otros investigadores, como Gastón Hamra y Flavia Rinaldi, quienes le han donado miles de libros sobre arquitectura.
Un llamado a la ciudad
Machado no solo intenta educar sobre la arquitectura; su deseo de mejorar la ciudad va más allá. Si Buenos Aires pudiera escucharlo, él le recordaría: “Que se quiera un poco más, que se respete un poco más”. Propone la creación de nuevas arterias que faciliten la conexión entre barrios, abordando la necesidad de un transitó más equilibrado y accesible. Para él, cada caminata es una oportunidad no solo para aprender, sino también para redescubrir la belleza de una ciudad que merece ser valorada.