Los senadores nacionales recibirán un aumento significativo en sus dietas a partir de julio, alcanzando un total de más de $9,5 millones brutos. Este incremento se produce en el contexto de una paritaria cerrada por los empleados del Congreso, que se vinculó a los salarios de los legisladores en una decisión tomada en abril de este año.
Aumento Ligado a Paritarias
La resolución que ató las dietas de los senadores a los aumentos negociados por los trabajadores legislativos fue aprobada sin debate en el Senado. Esto significa que cualquier subida salarial acordada para el personal legislativo impactará directamente en los haberes de los senadores. Los senadores cuentan con adicionales por desarraigo y gastos de representación, y actualmente solo cuatro senadores no perciben el adicional por desarraigo.
Detalles del Aumento
El aumento salarial que se aplicará incluye un 1,3% de suba retroactiva para marzo, que se repetirá en los meses de abril y mayo. Esta medida fue acordada por los presidentes de ambas cámaras, Martín Menem y Victoria Villarruel. En abril, se implementó una dieta extra para compensar el aguinaldo. La senadora Alicia Kirchner es la única legisladora que ha optado por no participar de este esquema, decidiendo mantener su jubilación como exgobernadora.
Congelamiento Salarial y Nuevas Tensiones
A finales de 2024, los salarios habían sido congelados hasta el fin del año. Posteriormente, Villarruel extendió la medida hasta el 31 de marzo del presente año. Desde entonces, los aumentos se aplican automáticamente sin necesidad de nuevas votaciones. Estas decisiones han generado tensiones internas en el Congreso, especialmente entre las facciones del kirchnerismo, que han amenazado con no apoyar nuevas iniciativas tras el escándalo relacionado con la ley de Ficha Limpia.
Contexto de Transparencia
En medio de estos cambios salariales, persiste una fricción entre gremios, legisladores y autoridades en torno a las paritarias. Esta situación se enmarca en un contexto donde la transparencia en el manejo de los recursos legislativos continúa siendo una demanda sin respuesta, lo que añade un matiz crítico al debate sobre los aumentos salariales en el Congreso.