El comercio minorista argentino ha mostrado señales de recuperación en los primeros meses de 2025, tras un año complicado por la inflación. De acuerdo con el último informe de la CAME, los productos de perfumería lideraron el repunte en las ventas, reflejando un cambio positivo en el comportamiento del consumidor. A pesar de este aumento, otros rubros aún enfrentan desafíos significativos.
Ventas minoristas: un panorama mixto
En comparación con abril de 2024, donde se registró un bajo rendimiento debido a la recesión, el sector de Alimentos y Bebidas también presentó un incremento del 6,3% el mes pasado. Enero había sido particularmente notable, marcando un aumento del 25,5% en las ventas, gracias a la favorable comparación respecto al derrumbe del comercio en el mismo mes del año anterior.
Sin embargo, no todos los rubros están en ascenso. El sector de Bazar, Decoración, Textiles del Hogar y Muebles reportó una caída del 6,1% en abril, seguido por Indumentaria con -2,6% y Calzado y Marroquinería que cayó un 1,6%. En contraste, el único capítulo que mostró estabilidad fue Farmacia, con una leve suba de 0,1%.
Situación en Mendoza: un panorama complejo
En Mendoza, la situación se presenta aún más crítica. El debilitado poder adquisitivo, lejos de los beneficios de compras en Chile, sigue siendo un obstáculo para muchos comerciantes. "Hay comercios que en pleno Centro no han abierto caja en lo que va de la semana", señala Adrián Alín, titular de la Cámara de Empresas Comerciales, Industria, Turismo y Servicios (Cecitys). Desde 15 de febrero, las ventas han experimentado una caída de entre 30% y 40%.
Alín también expone que "la gente no tiene plata" y que las tarjetas de crédito no son una opción viable para apalancar el consumo.
Perspectivas del comercio para 2025-2026
A pesar de los desafíos actuales, una parte significativa de los comerciantes mantiene un espíritu optimista. Según el informe de CAME, el 56,7% de los encuestados espera una mejora en la economía de sus empresas para el próximo año. En particular, el rubro Textil e Indumentaria se destaca con la mayor expectativa de optimismo, alcanzando un 63,2%.
"Siempre está la expectativa de que la situación mejore", reflexiona Alín, quien cuestiona si la gente sacará dinero del colchón para sobrevivir. Esto refleja una desconfianza hacia el tratamiento que recibe el sector por parte del gobierno.
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