La economista Marina Dal Poggetto, directora de la consultora EcoGo, ha alertado sobre la crisis del actual esquema cambiario implementado por el Gobierno argentino, argumentando que atraviesa una etapa de agotamiento estructural. En un reciente diálogo con Portfolio Personal Inversiones (PPI), la especialista destacó que las soluciones de corto plazo postergan un ajuste inevitable, evidenciando la grave situación económica del país.
Agotamiento del esquema cambiario
Dal Poggetto subrayó que el plan del Ejecutivo, diseñado como un "shock controlado" mediante controles de capitales, ha culminado en un atraso cambiario forzado. Esta estrategia, según sus declaraciones, ha impedido la acumulación de dólares necesarios, provocando que el plan comience a "hacer agua" y generando una vulnerabilidad que ha llevado al Gobierno a buscar un salvataje de emergencia.
La ayuda externa: un alivio temporal
La reciente intervención de Estados Unidos, que prestó respaldo financiero y político al Gobierno argentino, fue presentada por Dal Poggetto como un intento de evitar una crisis de mayor magnitud. Sin embargo, advirtió que este apoyo "tiene fecha de vencimiento" y su efectividad depende de comunicaciones eficaces y constantes por parte del Gobierno. "Requerís tuits cada vez más seguidos para sostener la calma del mercado", enfatizó la economista, indicando la necesidad urgente de anuncios constantes.
La política como variable determinante
Dal Poggetto expresó que el dilema actual trasciende lo económico, enfocándose en la interrelación entre macroeconomía, microeconomía y gobernabilidad. A su juicio, el actual esquema económico ha provocado daños severos al tejido productivo privado, generando un problema de gobernabilidad que se retroalimenta. Sin un reordenamiento político, dijo Dal Poggetto, no habrá posibilidades para estabilizar el sistema.
"El futuro del dólar no se va a decidir en los mercados", subrayó. En su análisis, destacó la máxima fragilidad del tipo de cambio oficial, que está siendo sostenido únicamente por intervenciones externas y políticas monetarias que están deteriorando aún más la economía real. La salida de esta crisis, indicó, dependerá de un acuerdo político que redefina las reglas del juego económico.