Cada primer lunes de octubre, la atención se centra en las millones de personas que enfrentan las dificultades del alquiler. En Argentina, en un contexto de crisis habitacional y cambios normativos, la demanda por un alquiler justo y accesible se vuelve más urgente que nunca.
Día Internacional de los Inquilinos
Hoy, 6 de octubre, se conmemora el Día Internacional de los Inquilinos (World Tenants Day), una fecha establecida en 1986 por la Unión Internacional de Inquilinos (IUT). Este día tiene como objetivo promover el acceso a una vivienda digna y visibilizar la crítica situación que atraviesan millones de personas en todo el mundo.
En Argentina, diversas organizaciones de inquilinos han adoptado esta jornada, aunque algunos grupos la commemorán el 1° de octubre. La ocasión no es de festejo, sino un llamado de atención a una realidad social compleja y desafiante.
La Paradoja de Alquilar en Argentina
El alquiler ha pasado a ser una opción forzada para un número creciente de argentinos, ya que el sueño de la casa propia se aleja cada vez más. En este panorama, los inquilinos han denunciado varios abusos que complican su acceso a viviendas adecuadas:
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Precios Incontrolables: La constante y desregulada subida de los precios de alquiler coloca a muchas familias al límite de su capacidad económica. 
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Barreras de Acceso: Las exigencias de garantías exorbitantes, el pago anticipado de varios meses y cláusulas contractuales abusivas actúan como filtros que excluyen a los sectores más vulnerables. 
- Discriminación: Se denuncian prácticas discriminatorias hacia personas con hijos menores o mascotas, lo que restringe aún más la oferta de alquileres disponibles.
El Desafío de la Desregulación
Los recientes cambios normativos que han desregulado gran parte del mercado inmobiliario han agudizado la situación de "desamparo" entre los inquilinos, según advierten las organizaciones del sector. La falta de intervención estatal para equilibrar la relación de poder entre propietarios e inquilinos ha favorecido una lógica de rentabilidad por encima del derecho a la vivienda.
En el Día del Inquilino, el mensaje es contundente: la vivienda es un derecho humano, no un negocio. Las demandas se centran en la necesidad de políticas públicas efectivas que garanticen la estabilidad contractual, moderen los precios y prevengan los desalojos forzosos. Este llamado busca que tanto la sociedad como el Estado reconozcan y protejan a quienes sostienen el mercado de alquiler en condiciones de elevada vulnerabilidad.
 
			
 
                            



 
                            





 
							





