Un nuevo avance en el caso del triple crimen de Florencio Varela ha generado intensas repercusiones en la comunidad. La investigación, que involucra a Tony Janzen Valverde Victoriano, conocido como "Pequeño J," se centra en las muertes de Lara Gutiérrez (15), Brenda del Castillo (20) y Morena Verdi (20), quienes fueron torturadas y asesinadas. La búsqueda del presunto líder de un grupo narcocriminal ha suscitado dudas sobre su identidad y la validez de los documentos que lo vinculan a estos crímenes.
Aclaraciones sobre la identidad del sospechoso
Leonel del Castillo, padre de una de las víctimas, ha expresado reservas sobre la identidad de "Pequeño J". En declaraciones a Clarín, cuestionó si realmente existe un antecedente penal relacionado con este alias, sugiriendo que la información podría haber sido alterada mediante Inteligencia Artificial. Esta preocupación surge tras la difusión de un documento que ha sido replicado por diversos medios y que ha llevado a la emisión de una orden de captura por parte de Interpol.
Fuentes oficiales han desmentido las especulaciones, afirmando que la alerta roja está respaldada por jueces, fiscales y organismos internacionales. "Sin una identidad concreta no se puede generar eso", señalaron, reforzando la validez del proceso judicial en torno a Valverde Victoriano, quien tiene 20 años y es buscado junto a su cómplice, Matías Agustín Ozorio.
Reacciones oficiales y avances en la investigación
El ministro de Seguridad bonaerense, Javier Alonso, defendió la legitimidad del proceso en una entrevista reciente, especificando que una captura internacional requiere un fuerte respaldo en la investigación por parte de fiscales y jueces. "Para que un juez de garantías pida una captura internacional, ¿sabés la solidez que tiene que tener la investigación?", aclaró, subrayando que esta no se tramita de manera arbitraria, sino que sigue un protocolo riguroso.
Alonso también reveló que, además de los dos presuntos autores del crimen, hay otros cuatro prófugos y seis detenidos en la causa, involucrando además a individuos como Miguel Villanueva Silva (25) y Ariel Giménez (29). Describió el búnker que administraba Valverde Victoriano, indicando que fue "tomado a sangre y fuego" y que su organización poseía una red que reclutaba chicas jóvenes.
Contexto del crimen y modus operandi
Según las autoridades, el grupo que lideraría "Pequeño J" opera principalmente desde la Villa 1-11-14 y la Villa Zavaleta, con puntos de venta en la zona sur del Conurbano bonaerense. La casa donde se encontraron los cuerpos no se utilizaba como punto de venta de drogas, sino que servía como un “lugar de encuentro” para realizar ventas de estupefacientes.
La investigación ha vinculado este crimen a un intento de descontrol territorial dentro del narcotráfico, reflejando el uso de violencia desmedida para reafirmar el dominio de la organización. Alonso afirmó que la naturaleza del homicidio estuvo relacionada con una venganza, con el objetivo de ocultar los cuerpos en el patio de la vivienda donde se encontraron.
Implicaciones de los "narco femicidios"
El ministro también indicó que algunos de los detenidos formaron parte de la grabación que se emitió a un grupo cerrado de Instagram, lo que demuestra la brutalidad y la deshumanización detrás de estos crímenes. La investigación señala que estas acciones se habrían llevado a cabo como un claro mensaje para demostrar control en la zona y generar miedo.
La evidencia de comunicaciones y los registros de localización complican la situación legal de los detenidos, ubicándolos en el lugar y momento de los asesinatos. La conexión entre las víctimas y sus asesinos añade una capa de intriga a un caso que ha conmocionado a la sociedad argentina.
FUENTE: Perfil